3.19.2007

Una tarde en el dentista

A petición de un lector, voy a contaros cómo la cosa más sencilla en la vida de una niña se puede tornar pesadilla. La visita al dentista.
Andaba yo por los 12 o 13 años, cuando mis piños empezaron a tomar una dimensión preocupante (Ronalpiños a mi lado un mellado). Pero no era la dimensión lo preocupante, no. Lo preocupante era la posición que estaban tomando.Como digo, podía cerrar los labios, pero no sin esfuerzo.
Por anteriores post os habeis hecho una idea de cómo se las gastaban mis padres, que en ésta ocasión estuvieron al quite y me mandaron al dentista que tenía su consulta justo encima de casa.
Bien. El dentista, llamado R., era un guatemalteco encantador, super amable al que yo conocía por ser vecino y tener un hijo de edad parecida a la mía.
Allá que fuimos (mis piños y yo) a ver si podía hacer que tuviéramos una convivencia amable.
Al entrar a la consulta ya algo me olió a chamusquina. La música que se oía de fondo era parecida a la que entonaban mis amigas del colegio de monjas cuando se iban de "convivencias", con loas al señor y todo eso.
No hice mucho caso (al fin y al cabo yo sólo era una niña) y esperé a que me tocara el turno de entrar.
Empecé a escuchar entre "Te presentamos en vino y el pan, bendito seas por siempre señor" y "Señor me has mirado a los ojoooooos...etc" un horrible chirrido de los aparatos infernales que usasn estos torturadores modernos y me vine abajo.
Lo reconozco, huí como una bellaca para volver a los 5 minutos agarrada de la oreja por mi madre, que se quedó allí para asegurarse de que me metía en la consulta.
Cuando me tocó el turno, R. me recibió muy cariñosamente, intentando que me tranquilizara escuchando las letras de las canciones de misa que flotaban en el aire. Eso aún me puso más nerviosa.
El tipo me preguntó que en qué parroquia estaba yo inscrita y cuando le dije que no estaba ni bautizada, se santiguó (lo juro) y dijo que teníamos que arreglar eso.
- Pietra, túmbate en el potro de tortura y vamos a ver esa "boquita".
Entonces lo ví.
El colega, había forrado el techo con fotos de la virgen y de JC y cada vez que iba a hacerme algo (con las sierras, eh? no seais mal pensados) tocaba una foto de Jesús que tenía en la pared y que él afirmaba que "era la verdadera imagen de nuestro señor".
Yo, que desde siempre he sido muy espontánea, le dije que cómo podía ser esa la verdadera imagen de JC si cuando vivió no se habían inventado las máquinas de fotos.
- "Pietra, porque JC es omnipotente y se le aparece a quién Él desea y cuando lo desea.
- Jó, pues como mola.
Ahí quedó esa anécdota.
Lo realmente increíble fué que, unas 2 semanas después (se ve que al tipo le creé un trauma con eso de acarrear el pecado original conmigo)se presentó en la puerta de mi casa a las 12 de la noche. Mi padre le abrió la puerta y se lo encontró arrodillado diciéndole:
- F. Arrodíllate conmigo y recemos juntos para que te ilumine la gracia de la fe.
La respuesta de mi padre, que no daba crédito.
- Pero me cago en la puta, R., no me toques los cojones. A las 12 de la noche el que reparte fe está durmiendo.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja...muy buena anécdota, Pietra! Me encanta pasar por tu casa donde, por lo menos me puedo reir y olvidar los textos herméticos de otros blogs

pietrapómez dijo...

Gracias anónimo. Esa era mi intención cuando abrí el blog: que las personas que lo leyeran se entretuviesen un ratito. Espero que vuelvas por aquí

Carlos Paredes Leví dijo...

Como siempre, un texto original, gracioso y encima verídico. No resulta nada extraña tu huída ante la peligrosa combinación de proselitismo religioso y el ruido del torno; cualquiera hubiera obrado del mismo modo. Lástima, que esas escapadas sean tan efímeras.
Un saludo.

pietrapómez dijo...

Si. Mi madre se encargó de que me enfrentara con la cruda realidad, eso sí, tuvo que hacerlo agarrándome de la oreja!

Anónimo dijo...

jajajaja, después de todo. Reir, reir, es seguro.
Tiene mi Pietra ese don también la joía.
Muy bueno.
Besos

pietrapómez dijo...

Gracias Aterrizada, contigo da gusto! Tengo una noticia malíiiiisima para los cibrefrikis que solemos reunirnos por la blogesfera: Lebeche ha decidido retirarse de este mundanal ruido y recluirse para resolver ciertos asuntillos.
No es que vaya a borrar el blog, ni mucho menos, pero va a publicar y participar notablemente menos!!
Yo tengo un bajóooon de narices...NOOOOO, LEBECHE NO NOS DEJEEES...

Carlos Paredes Leví dijo...

Estaba pensando y la verdad, es que tuviste bastante más suerte que Dustin Hoffman en "Marathon man", donde le trincó un dentista nazi y no quieras saber cómo le dejó los dientes...
El que no se consuela es porque no quiere. Saludos.

Anónimo dijo...

Querida Pietra, querido Carlos, los admiro. Quiero que lo sepan.
Lebeche, tranquilo, cualquier decisión tuya es respetada por tus frikiseguidores.

Peggy dijo...

jaaa hemos coincidido en el tema ....yo sufro al dentista :)

Ijon Tichy dijo...

Pietra, no nos cuentas que tal fue la intervención en sí, de donde deduzco que no resultó mal.

O sea, o el tipo era un buen profesional (aunque un poco grillado) o.......las estampitas resultaron efectivas.

pietrapómez dijo...

Ijon: como diría un sociata en la transición: "Malegro de que magas esa pregunta"...esto que te voy a contar es absolutamente cierto y si alguna vez nos conocemos te lo mostraré empíricamente: el tipo me hacía los empastes en forma de cruz!!!
Carlos: afortunadamente, éste estaba un poco zumbado, pero no era un sádico!
Peggy: Espero que no lo sufras en casa (sería demasiado chungo, jijijiji)
JUan PAblo: Yo sí que te admiro...eres el mejor

Carlos Paredes Leví dijo...

Suscribo lo de Pietra sobre Juan Pablo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Literatura sobre piños:
"Una novela de dientes y espías", del húngaro Giorgio Pressburger.

pietrapómez dijo...

Venga ya!! En serio? A buenas horas! Ya he asumido mi condición

Carlos Paredes Leví dijo...

El libro en cuestión estaba editado por Mario Muchnik.

pietrapómez dijo...

De nuevo tomo nota. Gracias por las recomendaciones

Carlos Paredes Leví dijo...

Ahora me estoy preguntando: ¿qué horario de atención al público tiene el que reparte fe?

pietrapómez dijo...

Yo creia que era 24-hours-non-stop, pero le preguntaré a mi padre, que es el que tiene línea directa...jejejej.
Te he mandado un mail, a ver si cuela y me contestas:)

Anónimo dijo...

Juro que es cierto. Lo viví en mis carnes adolescentes. Pietra tuvo suerte, a ella no la invitaron a convivencias...a mi si. Pietra, sabes quien acompañaba a R en esas convivencias??? La Chinchulina madre, es decir, L. La muy tarada insistía en que me apuntara, después de contarme que ella siempre iba con un revolver en el bolso xq no se fiaba de nadie. Obvio que no me monte con ella ni en el 77....Que dura nuestra adolescencia!!!
Pietra...un post de la Chinchulina madre y sus 200 fotos de la familia chupoptera firmadas para que descanses de traumas infantiles

pietrapómez dijo...

Buuuffff...la Chinchu!!! Habría para escribir un libro sobre ella!

Claudia dijo...

¡Qué experiencia! Me he reído mucho leyendo tu anécdota. Qué contradicción, pero con tanta imagen sagrada, más bien me pareció el dentista del infierno.
Un beso.

pietrapómez dijo...

Caramelo, te echaba de menos!!
Para mi también fue una experiencia un tanto oscura, la verdad!

X'stian dijo...

Empastes en forma de cruz!!!
la "R" era de toRRRquemada?

Me has hecho reir Pietra!


un abrazo

pietrapómez dijo...

Pues no veas el mal rollo que le entra al que ve esos empastes, que cree que me han tenido que exorcizar, o algo así!!

Anónimo dijo...

Atención, este espacio de publicidad merece ser tenido en cuenta. Después no digan que fueron avisados.