8.01.2007

Una china en mi zapato

* (Esta foto ha sido volcada sin ningún permiso del blog de mi amigo Borch porque emula perfectamente el estado de ánimo que impulsó este post).


Bien, amigos, ha sido un largo periodo de retiro blogístico, pero hoy me come la mugre espiritual y necesito exorcizar demoños (me encanta este palabro).

La pasada Semana Santa, estaba con la parienta en la piltra echando una siestecita de esas de pijama y orinal, que decía mi abuela, cuando un inoportuno timbrazo vino a distorsionar mis ondas alfa (se me quedó la cara como la de nuestro seleccionador, también conocido en círculos bingueros como "El Chuzo de Hortaleza").

Por supuesto, quien abrió la puerta no fuí yo, sino el bueno de C., que con tal de no oirme refunfuñar paga.

Pasó un rato y yo le oía hablar:

-Eh? Cómo? No...no, gracias, de verdad que no.


Pero la puerta no se cerraba.


-No, mira, de verdad, es que no me interesa...sí, venga, va otro día ya...si eso ya eso.


PUM. Al fin, la puerta se cierra tras unos 3 minutos desde la llamada.

- C., tío, pero ¿quién coño era a estas horas? ¿Es que la gente no sabe que en un país civilizado hasta las 6 no se debe llamar a las puertas???
-Pietra, no te sulfures y trata de dormirte, que acabo de tener una de las conversaciones más surrealistas de los últimos tiempos.

(Yo ya, totalmente despejada)

-Ah, sí?? Cuenta, cuenta...
- Pues nada, abro la puerta y me encuentro a 2 chinas jovencitas que me preguntan mi nombre y si me apetece charlar un ratito sobre la biblia...hay que joderse...


(Ojiplática, me quedé, pero mi chico, con el pragmatismo que le caracteriza):


-Venga, vamos a dormir un rato y luego entro en detalles y deja ya de flipar, que tampoco es para tanto!
-Que no es para tanto????? Amos a ver, si yo tengo unos preceptos que sigo a rajatabla, podrían resumirse en : creo en la siesta sobre las demás cosas, venero el sueño a media tarde que me da la vida y...bueno, cómo quieres que no flipe si un par de chinas se aparecen en casa a las 4 de la tarde a hablar de la Biblia?? Es muy bueno, tío. Si vuelven, déjamelas a mí, que tengo una contestación de mi abuelo que estoy deseando poder emular!!!

Total, que pasaron unos días sin saber nada de las chinas, hasta que el domingo alguien llamó a la puerta justo cuando estaba a punto de dar jaque mate a C. (es que en el ajedrez con reloj, arraso), C. se asomó por la mirilla y volvió hablando en susurros:

-Hostia, tía: las chinas

Yo, todo chula:

-Tú déjamelas a mí, que les voy a quitar las ganas de ir evangelizando sin ton ni son a la gente... (no, amigos, es que no aprendo...)

Abro la puerta y me encuentro con 2 chinas con una cara de buena gente que no os hacéis una idea. (Sin entrar en detalles: no sé por qué cojones, pero a mi los orientales me enternecen, me parece que no podrían matar una mosca...Lo sé, no tiene ningún tipo de lógica, es sólo algo instintivo)

-Hola bueno día. Podlíamos hablar con señol C.?

(Tsé, como si fuera su primo...menudas confianzas, pensé yo, mientras C. se escondía en el salón para que no le vieran).

-Cuanto lamento deciros que no está en casa. Puedo ayudaros yo? (se me afilaban los dientes).

Ahí se me fué el guión a tomar por culo. Las miré a la cara de buenas que tenían y supe que iba a ser incapaz de meterlas el corte made in my family que tenía preparado...soy una floja!

-Claro que sí, señora. Le apetecería a usted hablar de la Biblia?
- Pues hombre, así a bocajarro...mas bien no, pero si quereis, pasáos otro día, os invito a un café y hablamos de algo que nos interese a las 3. (Mierdamierdamierda...de verdad las acabo de invitar a café? mmmmh...parece que sí).

Por supuesto, volvieron. Y no una ni dos veces, sino 5. Ante tamaña insistencia, a la 5ª, las invité a pasar y tomar un café.
Una de ellas, Lisa, era la más espabilada y hablaba un castellano medianamente correcto.
-Así que usted se llama pietra, eh? Como plimela mujel.
-Mmmmhh...corrígeme si me equivoco, pero la primera mujer no se llamaba Lilith??
-Noooooo....jijijiji...se llamaba Pietla.
- Ya veo. Mira, casualmente tengo encendido el ordenador, os parece que salgamos de dudas?

Sí, amigos, sí: con 2 cojones las conecté al Google, las metí en una página donde se escribía sobre quién era Lilith y allí las dejé tomando notas (es cierto, os lo prometo).
Total, que así anduvimos unas cuantas visitas más en las que me enteré de que no eran chinas, sino coreanas, y que habían venido a predicar su religión, que es la Iglesia de Dios y se tiraron intentando bautizarme todas y cada una de las visitas, ahí aprendí del arte del toreo a dar capotazos y estrechar mi cintura...ja!

Así pasaron los meses, hasta que me llamaron del sitio donde he empezado a trabajar ahora y me dí cuenta de que iba a necesitar a alguien que me ayudara con la casa, así que no se me ocurrió nada mejor que llamar a una de ellas y preguntarle si conocía a alguien...se ofreció voluntaria y ha estado currando en mi casa 2 meses, con resultados bastante curiosos, dicho sea de paso.
También se han sucedido anécdotas porque, como no la veía, nos comunicábamos a través de notas, del tipo:

-Hola Lisa, por favor, podrías limpiar bien las baldosas de la pared del baño?
- Sí, cómo no....que quiere decir pared?